Espeleología motrileña en el Paraje Natural del Karst en Yesos de Sorbas
Durante
el pasado mes de Noviembre, doce miembros del Grupo de Actividades
Espeleológicas de Motril a los que acompañaban como invitados dos componentes
del Espeleoclub Cueva de Nerja, realizaron
sendas travesías a la Cueva del Tesoro y a la red fósil conocida como SO-21 del
sistema Cueva del Agua. La Cueva del Tesoro pertenece al enclave conocido como
el karst en yesos de Sorbas (Almería),
se sitúa en un erial en el Barranco del Tesoro; barranco por el que
discurre un arroyo intermitente que va a desembocar al Río Aguas. En dicho
arroyo, a su vez, desemboca la resurgencia. Desde el punto de vista de la Espeleogénesis, la cavidad es
un complejo en base a una red de diaclasas y conductos derivados de planos de
estratificación que supone el curso hipogeo de un torrente superficial. Su
exploración se hace superando algunos obstáculos mediante pasamanos y pequeños
rapeles. Esta cavidad, activa sólo en épocas de elevada pluviosidad, posee un nivel fósil que ha entrado en fase de
derrumbe afectando a partes de la zona vadosa terminal inmediata al cantil
exterior. Llama la atención, entre otros atractivos de esta cavidad, el meandro
de entrada y las galerías de los espejos, los cristales, sala del caos de
bloques y galería de los cuchillos.
Pero
si una travesía subterránea tiene especial importancia y significado para un
club como el GAEM, esa es la integral espeleológica de la conocida como SO-21
del sistema de la Cueva del Agua de Sorbas (Almería). Corría el año 1981,
cuando se celebró en el karst de yesos de Sorbas el XI Campamento regional de
espeleología; de los grupos andaluces que concurrieron a aquel campamento, el
de Motril fue el que mayor número de participantes aportó. Había gran cantidad
de simas y sumideros sin explorar, estos eran asignados a los distintos clubes
para su exploración, y al GAEM le fue asignada entre otras el sumidero que se
abría en el fondo de una gran dolina y cuyas siglas eran SO-21, es decir la
cavidad número 21 que la Sección Espeleológica del Club Almeriense de Montaña
(SECAM) grupo organizador del campamento, había localizado en la zona.
Como
más tarde diría José Benavente en su libro -Historia de la espeleología almeriense 1954-1994-: “…, este grupo
(SECAM) organiza otro encuentro, en esta ocasión XI Campamento Regional, con
una idea fija: ir a por la Cueva del Agua. Para ello preparará toda la zona de
la cuenca recolectora de las aguas de dicha cueva siglando y numerando cerca
del centenar de simas. Los nuevos resultados durante el campamento no se hacen
esperar, se descubre una cueva paralela a la Cueva del Agua con 1.370 metros de
recorrido con el número SO-21-CAM y con dos importantes niveles, uno el fósil
(Galería abandonada ya por las aguas y con abundantes formaciones) y la otra,
la red activa (o río de agua) con cuatro nuevos sifones que hacían volver al
cuento de nunca acabar” (Benavente
Hernández, 1997)
Entre
los componentes a la travesía del pasado día 23 de noviembre se encontraba uno
de los pioneros del alpinismo y la espeleología en Motril; Antonio Heras Pino,
socio del GAEM que formaba parte del equipo de motrileños que exploró por
primera esta emblemática cavidad andaluza hace ya más de 32 años. El sistema de
la cueva del agua de la cual forma parte la SO-21, cuenta con 24 entradas,
dicho sistema subterráneo supera los 8.319 m y el conjunto se desarrolla en el
interior de una vasta depresión cerrada de aproximadamente 1,5 km²
que encierra más de un centenar de pequeñas dolinas, muchas de las cuales
constituyen accesos al endokarst. En la
formación de este sistema cavernario ha sido muy importante, junto a la
fracturación, la presencia de intercalaciones pelíticas (arcillas y margas) en
la serie yesífera, datada como yesos Messinenses del miembro yesares (Mioceno).
El
GAEM tiene previsto realizar en un futuro inmediato travesías subterráneas en
parte de la red activa de dicho sistema, que comenzaría descendiendo por uno de
los sumideros en las inmediaciones de la SO-21 y terminaría en la Fuente de las
Viñicas (Cueva del Agua), surgencia de las aguas subterráneas que discurren por
el interior de sus galerías, con un recorrido de aproximadamente 1.692 m. La
otra incursión se llevará a cabo en el Sistema Covadura con un desarrollo de 4.245
m, también en el mencionado Barranco del Tesoro y que cuenta con nueve bocas de
entrada y cinco niveles de galerías.
Francisco J. Gallegos Martín -
GAEM